jueves, 2 de julio de 2009

Los lineamientos de la disciplina de Matemáticas

Si enfocamos nuestra memoria a las clases de matemáticas que recibimos como niños y adolescentes vamos a encontrarnos con una rutina: tema nuevo, explicación, ejemplos, ejercicios fáciles, ejercicios más complicados, ¿problemas? y evaluación del tema; luego, la misma rutina, para nuevo tema.
¿Eso nos permitió interpretar la realidad en su esencia matemática? ¡No! Lo más probable es que muchos hasta llegaran a odiar esta disciplina.
Entonces, ¿porqué seguimos cometiendo ese error didáctico? Probablemente la respuesta sea “porque así es muy fácil dar clases de matemáticas”. Sí, fácil, pero inútil.
Las matemáticas llevan como objetivo y como estrategia la solución de problemas, pero no como la fase final de la serie de ejercicios de la enseñanza tradicional, sino como el inicio de la estrategia, como una “situación cuantitativa o de otra clase, a la que se enfrenta un individuo o un grupo, que requiere solución, y para la cuál no se vislumbra un medio o camino aparente y obvio que conduzca a la misma”(Rudnik 1980).
Eso es lo que tenemos qué hacer: iniciar con una situación problemática y dejar que los alumnos tomen decisiones, diseñen sus propias maneras de solucionarla, que investiguen, socialicen, y en la acción, construyan su conocimiento bajo la supervisión y ayuda del docente. En esta manipulación de objetos y de saberes, el error tiene un papel mucho muy importante: es el enlace entre lo que se sabe y no sirvió y lo que puede servir para llegar a la solución. De esta manera, el alumno encuentra sentido al uso de las cantidades, sus símbolos y operaciones porque los visualiza en la realidad cotidiana y se da cuenta de que los conocimientos matemáticos son para personas comunes.
En este proceso, los medios ocupan un lugar privilegiado. Cuando un alumno (o docente) participa en la solución de un problema, la naturaleza del mismo lo lleva a experimentar, a investigar, y ahí están los medios, destacando el torrente de información existente en Internet, para la cual se requiere la competencia de discriminación y no perderse en esa vorágine.
Edmundo Hernández Cataño

1 comentario:

  1. Hola Edmundo:

    Coincido contigo, será que tenemos el privilegio de impartir esta materia tan amada y odiada a la vez, los alumnos en ocasiones me dan a conocer que están cansados de llevar mi materia y que ya los deje descansar , que cuando voy a faltar, y después me los encuentro cuando ya avanzaron de semestre y ya no les doy clase algunos me recuerdan por obligarlos a estudiar dicen ellos, y otros me agradecen la carrilla, puedo sonar presunciosa pero es la verdad y creo que compartirás mi opinión, la enseñanza tradicional marco esta materia como aquella tediosa e inútil, este enfoque que tenemos que adoptar es una maravilla , espero adquirir nuevos métodos y herramientas de enseñanza que me permitan llevar el conocimiento y el propio conocimiento deje huella y cree individuos capaces de enfrentarse a los nuevos retos de la sociedad.

    Saludos. Martha Juárez

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