viernes, 19 de junio de 2009

La observación y medición del aprendizaje

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Si estamos hablando del aprendizaje promovido en la escuela tradicional, donde el eje vertebral son los contenidos, la respuesta es un categórico “sí”; eso hemos hecho por generaciones.
Si estamos hablando del aprendizaje significativo y situado que enmarcan las competencias, unas simples preguntas medirían sólo una parte de ese aprendizaje.
El aprendizaje entendido como la movilización y reestructuración de esquemas mentales, promovida por un interés personal, ubicado este último en una zona de desarrollo proximal, es decir, construido, requiere de instrumentos y estrategias de seguimiento y medición elaboradas desde otra perspectiva.
Ahora si el desarrollo de competencias está referido a satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos, ¿cómo vamos a dar seguimiento a ello? No tengo una respuesta clara para esta pregunta; sólo tengo hipótesis, mismas que pongo a su consideración.
Comienzo por definir el papel del docente: un facilitador del aprendizaje, un creativo buscador de situaciones motivadoras que sirvan como estructurante y promuevan la asimilación y acomodación de los esquemas mentales del alumno en su proceso de “aprehender” la realidad.
Hablando ahora del enfoque de las estrategias. Sus acciones son promover “el saber conocer”, “el saber hacer”, “el saber convivir” y “el saber ser”. El docente orientará su creatividad al aprovechamiento de los intereses del humano: predecir y controlar el conocimiento (causas y efectos), el interés por buscar las relaciones entre las cosas y el interés por transformar la realidad. A la par con la acción, debe utilizar el discurso, ya que éste también puede generar aprendizaje significativo, y no sólo aprendizaje memorista, como lo tenemos concebido.
¿Y para dar seguimiento a todo lo anterior? Ahorita sólo se me vienen a la mente las listas de cotejo y las guías de observación, mismas que den seguimiento a muestras de desempeños. Pongo a consideración la que uso en mis grupos:
Manifiesto relacionar el problema o actividad introductoria con conocimientos previos.
Propone estrategias a seguir y justifica su decisión.
Denota una actitud responsable al seguir su estrategia, y/o comunicarla a sus compañeros
Da a conocer sus hipótesis, aplicación de conocimientos, etc. con conciencia de que puede estar cierto o equivocado.
Sigue las reglas de moderación en los trabajos colaborativos.
Respeta las aportaciones de los demás, las compara con las propias y obtiene conclusiones.
Invita, hace preguntas a sus compañeros, con idea de que participen en el trabajo colaborativo.
Propone solución a los problemas en base a sus conclusiones y/o las de sus compañeros.
Participa en la sistematización de los conocimientos construidos.


Esperando mejorar en mi desempeño docente, con sus críticas constructivas y aportaciones.

Cordialmente:
Edmundo Hernández Cataño

Las concepciones del aprendizaje y las competencias

LAS CONCEPCIONES DE APRENDIZAJE Y LAS COMPETENCIAS.
Conceptualizada una competencia como un desempeño que moviliza conocimientos, capacidades, información, actitudes, etc., para enfrentar con pertinencia y eficacia una serie de situaciones, las concepciones de aprendizaje, que considero se relacionan con las primeras son:
Aprendizaje significativo (Ausbel)
Para que un alumno pueda enfrentarse con pertinencia y eficacia a una situación, es necesario que esta forme parte de su consciencia, y se dé una interacción donde se movilicen sus conocimientos, capacidades, etc. ; la condición necesaria para ello: que lo que haya aprendido tenga significado.
El aprendizaje significativo va más allá de un cambio de conducta: conlleva un cambio también en el significado de la experiencia; es un acto metacognitivo donde interactúan sus conocimientos previos con nuevas experiencias. El significado se puede dar por descubrimiento o por recepción, por ello, la importancia de que los docentes seleccionemos situaciones estructurantes y de anclaje que provoquen la interacción antes mencionada.
Constructivismo (Piaget)
Pienso que muchas de las competencias fueron planteadas en la terminología de esta concepción del aprendizaje. Por ejemplo, la competencia disciplinar de la matemáticas marcada con el número uno, dice: “Construye e interpreta modelos matemáticos…comprensión y análisis de situaciones reales, hipotéticas o formales”; la número dos dice: “Formula y resuelve problemas matemáticos, aplicando diferentes enfoques”. Y así, todas ellas llevan implícitas la interacción activa del sujeto con el objeto a conocer, para que se dé la adaptación y acomodamiento (equilibrio, desequilibrio y reequilibrio )de las estructuras cognitivas que menciona Piaget en sus tres estadios de desarrollo cognitivo; nos toca atender el estadio del pensamiento formal.
Socio – constructivismo; construcción social del conocimiento ( Vygotsky )
La idea de que el desarrollo cognitivo depende de la edad mental y de la interacción social con un adulto u otro compañero más capaz, en lo que Vygotsky llama “zona de desarrollo proximal” (aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que tienen posibilidad real de lograrse), están presentes en las competencias y en sus fundamentos, cuando se da a entender “situaciones de aprendizaje situado”.